Saturday, December 5, 2009

El sentir de Navidad



Ayer caminaba sin rumbo fijo cerca de mi casa, alrededor del Parque Central y del Time Warner Center, a la caída de la tarde --y de pronto 'sentí' la Navidad.

Fue una sensación que duró segundos, pero las luces del atardecer que se iban, mezcladas con las de los quioscos del Mercado de Navidad del Parque Central y las luces moradas y verdes de los arbolitos del Time Warner, se fundían con el cielo neoyorquino al final de un día muy bello (cuando New York tiene un día bello, nada puede comparársele) ---y el resultado me llevó a una sensación infinita de felicidad.

La misma emoción que sentía en la Navidad de mi niñez en Cuba, cuando mi madre me llevaba de la mano de compras navideñas por las viejas calles, y La Habana parecía y se sentía como una ciudad absolutamente mágica. ¡Y fue felicísimo recobrar ese pedacito del pasado, aunque fuera fugaz, rapídísimo, en medio de mi presente!

Por eso me gusta tanto New York. Porque es como una fuente inagotable de 'feelings' y de recuerdos --pero siempre mano a mano con cosas nuevas. Descubrimientos de lo que has visto mil veces -y sin embargo siempre es nuevo y nunca agota tu curiosidad. Una ciudad que te acompaña, que te nutre, que te arropa y evita que puedas sentir soledad -eso sí, si sabes 'leerla' y sabes buscar en ella la compañía infinita que te ofrece.

Y ayer, caminando anónimamente, en absoluta 'solitude', con una temperatura fresca pero no helada, un poco de viento y cielos malvas-azules, me sentí de nuevo como una niña de 6 o 7 años, cargando regalos, feliz, agarrada a la mano de mi divina madre, adoradora de las sorpresas de la Navidad, de los olores de la Navidad, de las sensaciones simbólicas de la Navidad -- y de pronto mi vida fue como un cachumbambé, una amalgama de sube y bajas, que fue del pasado al presente en 3 o 4 segundos. ¡Qué momento más maravilloso!

¿Sería esta sensación producto de la imaginación, del recuerdo --o de cosas mucho más profundas o esotéricas? Cuando llegan 'mensajes' así, hay que ponerse a pensar.