Tuesday, August 31, 2010

Viajes y más viajes...


















Desde que murió mi mamá viajo más a menudo. Y me da la impresión de que llego de un viaje y salgo para otro.

Y comprendo ahora que a ella no le gustaba que yo viajara porque quería tenerme cerca. Y a medida que se hacía más 'viejita' (¡aunque lucìa mucho más joven y tenía su cerebro perfecto, con su mismo ingenio y opiniones de toda la vida!) se sentía mucho más protegida si yo estaba en mi casa, a solo 1 manzana de la suya. Es que -realmente no se por qué- a mis padres yo los hacía sentir 'seguros' y una vez papi me dijo "Si tu estás conmigo, sé que no me va a pasar nada". ¡Imagínense qué responsabilidad la mía!

Pero en realidad me acostumbré a ello y adopté esa 'persona de mujer protectora' como la mía, aunque eran ellos los que me hacían sentir segura --¡a mí!-- con su apoyo, su amor absoluto, el que nunca me faltó y por tener unos padres tan inteligentes e informados, con quien podía hablar y discutir de todo lo que se me ocurría. Eran como una combinación de mi niñez con mi presente y de paso enciclopedias de la vida y de los recuerdos. ¿Qué puede ser mejor?

Y al morir ambos, pues aquí estoy, acostumbrándome a su ausencia física, lo que no es nada fácil ...y viajando mucho....Y de paso aprendiendo que puedo hacerlo sola, y en viaje de 'negocios', como cualquier mujer moderna del universo. Sin mi hija (mi mejor compañera de viajes) --o alguna amiga que quiera acompañarme. Es que me gusta viajar con gente que me cae bien porque sino, ¿con quién voy a compartir mis comentarios y observaciones? Me encanta fijarme en esto o aquello y comentarlo enseguida -y estando sola es un poco árido y seco y la experiencia pierde mucho. Pero aún así, este año he viajado mucho y conocido lugares fabulosos, como fue mi reciente viaje a Wales, llamado Gales, en español.

Nunca pensé ir a Wales. Jamás lo pensé, ni me interesó, porque realmente no sabía nada de esa parte del Reino Unido, el que es un país aparte, con una lengua rarísima, y su propio gobierno, siendo parte del Reino Unido o UK --como lo son Escocia e Irlanda del Norte. Y la visita fue fabulosa porque me encontré un lugar todavía medio 'wild', con campos muy verdes, fincas y prados inclinados habitados por infinidad de ovejas, caballos y vacas. Y a cada paso encontrábamos viejos castillos que datan de los 1200 como White Castle...abadías rodeadas de las leyendas del rey Arturo y Camelot como la de Tintern...increíbles ruinas romanas en Caerleon....y pueblitos como Usk y Monmouth, llenos de viejas tabernas e infinidad de macetas y cestas llenas de flores colgando de sus fachadas --y en general un ambiente tradicional y pintoresco que no era 'para consumo de los turistas', sino porque asi viven sus habitantes y así llevan su cotidianidad. ¡Fue un viaje inesperado que me encantó! Y las últimas noches las pasé en Llansantffraed Court, una antigua casa de campo, como vemos en los reportajes de aristócratas en las revistas o en las películas, rodeada de un lago --¡y hasta una capillita de siglos atrás! Todo rodeado de armonía, de belleza natural, de serenidad y de la divina costumbre de 'afternoon tea'. ¡Un viaje para los que saben disfrutar de las sutilezas de la vida!

También conocí chefs gourmet fabulosos...En Rafters y The Crown, dos restaurantes excelentes en el hotel de golf Celtic Manor Lodge (donde en Octubre se juega la famosa Ryder Cup de golf y donde me hospedé 2 noches) ---y después el chef Steve Bennett en Llansantffraed Court, quien me reconcilió con el sabor del cordero, el que siempre había rechazado ¡y su cordero de Wales asado y cocinado al horno después de un proceso 'sous vide' con extracto de licorice o regaliz, me hizo cambiar de opinión!

A mi regreso a New York -¡siempre fascinada por el 'milagro' de los aviones que en horas nos transportan a mundos diametralmente opuestos!- me sentí feliz porque había conocido lugares nuevos y gente encantadora (¡muy amistosos los galeses!), incluyendo mi nuevo amigo John F Wake, un detective privado retirado y un personaje fascinante, quien hizo el viaje un verdadero encanto con sus relatos de la historia de su tierra y las leyendas que rodean los castillos y las viejas iglesias de Wales. John solo hace de 'guía' para VIPS (los Kissinger, los Clinton, etc.) y tuvimos la suerte que nos atendiera --y su presencia convirtió el viaje en una verdadera 'aventura' al pasado de esta tierra verde, misteriosa y muy bella.
Fue sin duda ¨La Aventura de un Viaje", como mi padre sugirió llamara mi sección de Turismo de Vanidades, cuando la comencé hace nada menos que --¡38 años!