Saturday, August 22, 2009

New York dias de verano con Zoé y León (fotos de Attys Luna Vega, por supuesto)



Antes de ayer almorcé con Zoé Valdés y su bella hija Luna en China Grill, un restaurante enorme, muy de moda, que estaba casi vacío --y después cruzamos al MOMA, donde siempre es maravilloso poder ver, todos juntos y de forma tan fácil, cientos de los cuadros más extraordinarios del mundo.

Gustavo, el hermano de Zoé se nos unió y lo pasamos muy bien. Me encanta ver a Luna tan grande, tan llena de timidez y a la vez de dulzura y sacando fotos bellas como toda una profesional. Cuando Zoé la mira --¡se le cae la baba!- me veo a mi misma mirando a mi hija MC --y es una sensación divina, y privilegio de las madres.

Ayer pasé el dia haciendo 'errands' con mi hermano -¡es tan bueno tenerlo en New York por una larga temporada, aunque ambos sentimos el enorme 'hueco' que es no tener la casa de mami donde reunirnos y reirnos y conversar!- y después caminamos por un New York vacio porque era viernes de verano, y como dijo León con su humor negro "solo los pobres quedamos en la ciudad".

En su precioso y sutilmente elegante barrio, caminamos a dos manzanas de su casa hasta el enorme 'lago' que es el Reservoir de Central Park en la Quinta Avenida y la 90. Y comprendi que el Upper East Side -donde el tiene la suerte de tener su pequeñísimo apartamento desde hace más de 30 años- es la zona más 'gentil' y todavía tradicional de este New York tan mezclado y tan lleno de contrastes. Aquí todo es suave, es civilizado, y hasta un poco esnob. El Reservoir con sus 'joggers' y aguas quietas, podía ser como un lago de Connecticut, con la silueta de los enormes edificios a su alrededor...¡una belleza! León vive también a dos cuadras del Museo Guggenheim y caminamos por allí. El calor se disipó un poco cuando cayeron unas gotitas de lluvia ---y era tan agradable sentir la ciudad tranquila y con muy poca gente. La pasamos muy bien, recordamos muchas cosas y disfrutamos el momento.

Al final de la tarde me sentí muy en paz y amando profundamente mi ciudad. León y yo hablamos de Cuba. Por supuesto. De mi deseo de volver algun dia a caminar por La Habana. De podersela enseñar a mi hija antes de que yo sea una viejita artrítica que no pueda ni caminar por aquellas avenidas empinadas. ¡Las sensaciones sobre esto son tan encontradas! Leon quiere algun dìa poder re-descubrir lo mismo que yo: las sensaciones y no necesariamnte las cosas que están materialmente destrozadas, sino lo que sentiamos cuando alli viviamos.

Lo que yo sentía caminando por mi barrio....lo que me ocurrió en el Malecón (¡mi primer beso a los 17 años, sentada en el viejo muro en una noche rarísima!) ---lo que hacíamos con mami y papi en nuestros paseos por aquí y por allá. Quiero 'reconocer' esas sensaciones al menos una vez antes de morirme y de no poderlas disfrutar con toda su intensidad.

Cuando llegué a mi casa puse la TV española ---y de nuevo me dieron ataques de sorpresa y de envidia (tengo que ser sincera) ver a los famosos en sus yates, bañándose en playas de puras rocas, nadando, comiendo en los 'chiringuitos', pasándola bien, porque el verano en Europa es una verdadera obsesión por las playas, el mar, el sol ¡y, como dicen los locutores que narran estos programas de chismes, el lucir 'tipazo' y un lindo bronceado! Esa gente (especialmente los famosos) parecen no vivir más que para pasarla bien ---y saltar de yate en yate ¡de St Tropez a Ibiza a Mallorca y a Marbella! Este año España ha sido de nuevo el lugar de veraneo de moda...de diversión....de bikinis y sombreros... Y yo -pues aqui me tienen - pálida como un lirio del valle, caminando por Manhattan. Cada uno a lo suyo. ¡Pero yo también lo estoy pasando bien! En este New york gentil y vacío del verano.

Friday, August 7, 2009

Miami --¡de nuevo!









De nuevo he estado en Miami --y siempre regreso de allí con sensaciones encontradas.

Me gusta ver a mis primos, a mis sobrinas, y a mis amigos, pero 'algo' siempre me falta cuando conduzco y conduzco por sus calles, avenidas y puentes --y a veces hasta lo hago sin rumbo fijo, de aquí para allá, y de allá para acá, porque realmente prefiero el ver pasar las avenidas que bajarme del carro --y también porque no sé a dónde quiero ir.

En Miami me gusta el azul del cielo, el verdor de sus palmeras, el mar --¡que a veces es extraordinario! ---y el blanco de la espuma de las olas. Es que el mar me enloquece en todas partes, me da paz. Y en Miami es un magneto. Pero no me gusta el calor, ni la humedad, ni cierto aire de indolencia que se siente - y se respira.

Miami es medio cubano. Pero nunca sera la Cuba de mis recuerdos. Y sin embargo es la ciudad donde se come el mejor pan cubano del universo. Y las mejores croquetas y pastelitos (en Karla Bakery y en el 'bakery' de Versalles)....Y donde en la Farmacia Navarro se pueden comprar todas las variaciones de la Kolonia 1800 ---¡igual que aquellas cremitas de leche que costaban apenas centavos y todas las vitaminas y medicinas que tomaba mi madre en Cuba! ¡Todo es surrealista!

Ahora la crisis económica ha golpeado Miami -- y da pena ver edificios y más edificios divinos, altísimos, bellos, vacíos, sin inquilinos, y ya medios abandonados. Y me preocupo que la ciudad pueda perder su nueva pátina de ciudad vibrante, sensual, moderna y donde corre (o al menos corría) el dinero. No quisiera que Miami perdiera un ápice de su imagen, mitad americana y mitad latina y con su aire mágico y lleno de luces.

Me gusta darme una vuelta por la tienda Sentir Cubano en la calle 8 ¡un verdadero encanto y un viaje a la Cuba más bella! Me gusta desayunar en Versalles donde los huevos fritos me parecen que son amarillos que en otros sitios. Me encanta hospedarme en el Ritz Carlton de Key Biscayne, donde al entrar la fragancia de sus velas de mango son algo encantatorio. Y tiene las camas más fabulosas del mundo ---o sino en la playa, en el nuevo Fountainebleau.

También me encantan los restaurantes de la chef Michelle Bernstein -Señora Martínez y Michy's- que es una creadora genial. a la altura de mi adorado chef Douglas Rodríguez, quien iventó sabores y texturas con su cocina Nuevo Latino del que fue el inventor y ahora tiene el divino "Ola at The Sanctuary" en Miami Beach. La Bernstein es también fabulosa y tanto en Michy's como en Señora Martinez ofrece manjares. ¡Y Señora Martínez tiene un ambiente delicioso, con un puntal muy alto y grandes ventanales con persianas de caoba, que me hizo pensar que estaba en un restaurante del Vedado en La Habana!