¡Que lindo es poder mantener las tradiciones de las fechas simbólicas!
Y especialmente cuando lo hacemos 'contra viento y marea', en un mundo diferente y una cultura moderna, donde las costumbres no importan igual que antes --ya que en muchos casos el exceso de trabajo --y el estrés en nuestra vida diaria-- nos agotan, nos cansan física y emocionalmente --y lo hacen todo mucho más difícil.
Escribo esto el día después de la gran (y deliciosa) comida de Thanksgiving en casa de mi hija MC y mi pensamiento número 1 es 'Dar Gracias' --no solo por la enorme fortuna de salud, familia y trabajo que recibo todos los días, sino por el poder -¡y querer!- reunirnos a celebrar unas fecha tan linda como el Día de Dar Gracias. ¡Y hacerlo junto a familia y amigos, con mucha alegría y buena voluntad!
Y un día más honro la pujante memoria de mi madre, quien desde pequeños nos hizo a mi hermano y a mí entusiasmarnos y celebrar juntos las fechas tradicionales: las Navidades, las fiestas por Santos y Cumpleaños, el Día de las Madres, los almuerzos los domingos junto a nuestra abuela, los bautizos, las bodas...¡días y momentos de tradición que entonces parecían lo más 'normal' del mundo y que años más tarde pasamos a mi hija, ya en otro país y otra ciudad .....¡y así será sucesivamente!
Y especialmente cuando lo hacemos 'contra viento y marea', en un mundo diferente y una cultura moderna, donde las costumbres no importan igual que antes --ya que en muchos casos el exceso de trabajo --y el estrés en nuestra vida diaria-- nos agotan, nos cansan física y emocionalmente --y lo hacen todo mucho más difícil.
Escribo esto el día después de la gran (y deliciosa) comida de Thanksgiving en casa de mi hija MC y mi pensamiento número 1 es 'Dar Gracias' --no solo por la enorme fortuna de salud, familia y trabajo que recibo todos los días, sino por el poder -¡y querer!- reunirnos a celebrar unas fecha tan linda como el Día de Dar Gracias. ¡Y hacerlo junto a familia y amigos, con mucha alegría y buena voluntad!
Y un día más honro la pujante memoria de mi madre, quien desde pequeños nos hizo a mi hermano y a mí entusiasmarnos y celebrar juntos las fechas tradicionales: las Navidades, las fiestas por Santos y Cumpleaños, el Día de las Madres, los almuerzos los domingos junto a nuestra abuela, los bautizos, las bodas...¡días y momentos de tradición que entonces parecían lo más 'normal' del mundo y que años más tarde pasamos a mi hija, ya en otro país y otra ciudad .....¡y así será sucesivamente!