Friday, November 26, 2010

Una vez más ¡gracias a Dios!




¡Que lindo es poder mantener las tradiciones de las fechas simbólicas!

Y especialmente cuando lo hacemos 'contra viento y marea', en un mundo diferente y una cultura moderna, donde las costumbres no importan igual que antes --ya que en muchos casos el exceso de trabajo --y el estrés en nuestra vida diaria-- nos agotan, nos cansan física y emocionalmente --y lo hacen todo mucho más difícil.

Escribo esto el día después de la gran (y deliciosa) comida de Thanksgiving en casa de mi hija MC y mi pensamiento número 1 es 'Dar Gracias' --no solo por la enorme fortuna de salud, familia y trabajo que recibo todos los días, sino por el poder -¡y querer!- reunirnos a celebrar unas fecha tan linda como el Día de Dar Gracias. ¡Y hacerlo junto a familia y amigos, con mucha alegría y buena voluntad!

Y un día más honro la pujante memoria de mi madre, quien desde pequeños nos hizo a mi hermano y a mí entusiasmarnos y celebrar juntos las fechas tradicionales: las Navidades, las fiestas por Santos y Cumpleaños, el Día de las Madres, los almuerzos los domingos junto a nuestra abuela, los bautizos, las bodas...¡días y momentos de tradición que entonces parecían lo más 'normal' del mundo y que años más tarde pasamos a mi hija, ya en otro país y otra ciudad .....¡y así será sucesivamente!

Tuesday, November 16, 2010

Soaring Spirit Hand in Hand with Soaring Nature




My favorite time of the year has arrived: Fall is here!

And no matter how many years pass -and how jaded we could become, as years go by and by with dizzying speed- it is a renewal of Nature that mesmerizes me. The beauty of this time of the year in New York stops me in my tracks with absolute wonder, re/kindling my spirit to huge heights. How wonderful!

Just this weekend my daughter and I drove 1 hour north of Manhattan to Woodbury Common's and the road was a constant wonder. I kept saying "Look at that tree!"..."Look at those colors!"...and a simple drive to a shopping center became an exciting feast for the senses.

At the same time, so much harmony in Nature brought back thoughts of Life's mysteries. The eternal questions of Life After Death. Looking at so much harmony and perfection in the stages of Nature -where all seems prepped and ready to enter the next step, without a need to be prompted to it!- to me are proof of God. Proof of a world beyond our capabilities of understanding...And I wondered -in an 'up' mood though!- if my mother had been able to join the spirit of her loving family with an immensely happy embrace. In fact, one time, in a dream, I was able to 'feel' what could be similar to that Nirvana. A sensation of joy that felt like a indescribable gift from God. There must be so much that we cannot imagine or rationalize!

Nature brings in me the very best. Fall -and the changes of foliage and perfect combinations of shades and colors- does. Snow falling like little diamonds in the night are so very amazing -and produce such happiness! As well as the ocean. Big waves pounding, or calm and serene like a shiny skating rink. It immediately calms me and produces great joy. The ocean is part of my DNA! Growing up in Cuba and living very close to it for 19 years marked me forever.

And now Fall brings the holidays. Thanksgiving, my favorite of all. I love it!...And afterwards the very stressful days of Christmas -- which I have stopped fully enjoying since my parents died and MC is not a child anymore -- and the even more 'scary' New Year's Eve, which I have enjoyed only 3 times in my entire life. It is an evening with such 'finality' and such a 'need to have fun and be happy' that makes me very nervous. And every year I say the same thing: I am going to sleep at 9pm and wake up in the New Year ready for a whole moment of renewal. But I end up staying up and watching Central Park's fireworks from the roof of my building!

Still, I am so lucky and have so much to be thankful for, that I write this with a happy and contented heart, wishing everybody the spiritual harmony I am lucky to enjoy today.

Monday, November 1, 2010

Incidente en Madrid -


Estando en Madrid hace una semana, estaba comiendo unos ricos sandwiches en Rodilla (a donde voy hace más de 38 años, desde mi primer viaje a España) --y de pronto entró una pareja joven y se sentaron en una mesita, muy cerca de la mía.

Traían su bandeja de sandwiches y dos botellas de Coca Cola. Ella era rubia, delgadita y lucía muy mona. Una muchacha de unos 21 años sencillamente vestida, pero a la moda, con una cara linda, de piel muy blanca y ojos azules y un tipo más bien fino, delicado. El era guapo, de unos 30 años, alto, de pelo oscuro, muy machote y hasta sexy, con una chaqueta de cuero negra y barba. Por la forma como llevaba atada una bufanda noté que era un chico de esos 'progre', de carácter dominante, fuerte y mandón. Un 'bully'. A ella se le veía asustada y de ese estilo de mujeres obedientes. Se sentaron y cogieron sus sandwiches para empezar a comerlos...Yo miraba de reojo, porque los veía más bien de lado. A él de semi perfil, más pegado a mi silla. Y de pronto oigo una voz como un murmullo que venía de ella --¡y enseguida un fuerte golpe con el fondo de la botella de Coca Cola en la mesa -que de milagro no se rompió! Y al virar la cabeza veo que el hombre está hablando con enorme violencia --y noto que la muchacha le está diciendo que baje la voz, señalándome a mi con un gesto de verguenza en la cara! El estaba insultándola sin levantar mucho la voz, pero gesticulaba muy enfadado --y ella sentía pena que yo estuviera escuchándolo todo.

Me dió muchísima tristeza ser testigo de esto. Y mientras a ella se le llenaban los ojos de lágrimas, él seguía despotricando contra ella, diciéndole cosas que no repito pero eran duras, crueles y muy abusadoras. ¡Un verdadero -y muy cobarde- ataque emocional!

Mientras terminaba de recoger mi bandeja y me preparaba para levantarme e irme, lo que estaba sucediendo a pasos míos me estaba marcando muchísimo. Me puso nerviosisima y sentía una profunda pena por la mujer que estaba siendo abusada por un hombre que se suponía la quería. Y mi instinto era decirle algo al hombre ---pero lucía tan violento que no me atreví (cosa rara en mí, que soy muy 'opinionated' y pocas cosas me hacen actuar con mesura) pero sentí que era capaz de darme un botellazo en la cabeza. Sentía 'la violencia' a nuestro alrededor como algo feo, incontrolable y no me atreví a abrir la boca. Como tampoco se atrevió nadie de las 2 o 3 mesas que estaban ocupadas en ese momento, incluyendo 2 hombres que se hicieron los que no oían nada.

Por lo que me paré, y mientras ella se secaba las lágrimas con una servilleta de Rodilla (¡pobrecita!) --y se ponía unas gafas de sol para taparse los ojos hinchados --- él masticaba su sandwich sin el menor problema. Y ahora con la voz más calmada y baja, le decía que ella "no debía provocarlo de esa manera". Ella estaba anegada en lágrimas y no tocaba su comida, mientras él comía encantado de la vida. Ya de pie, con mi cartera colgada, miré de frente a la muchacha, por sobre la espalda de su energúmeno novio --y solo pude mover la cabeza de lado a lado -como diciéndole "No tienes que aguantar esto"- y sonreirle con afecto y comprensión.

Salí de allí y me reuní con mi hija a los pocos minutos. Le conté el incidente y le dió mucha pena. Pero por alguna razón siempre me ha parecido que MC no es mujer que aguantaría ni un solo minuto de un abuso como este. Yo tampoco lo aguantaría hoy en día --pero hay momentos en que no somos tan fuertes, somos jóvenes y por amor -¡y por evitar lo que estúpidamente podemos pensar hubieran sido 'males mayores'!- se cometen estos lapsos de auto estima.