Sigo soñando con Cuba. ¿Cómo es posible?
Llevo tantísimos años fuera de mi país, mi ciudad, lo que era mi mundo y mi vida -y aún sueño que estoy allí, de regreso, tratando de ver los lugares familiares, mi casa, mis calles...¡Una obsesión que se repite a menudo cuando duermo y comienza esa ´pantalla´ de regreso a La Habana con todo detalle!
Anoche soñé de nuevo -aunque los sueños son difíciles, y se sienten lentos, como si todo costara mucho trabajo, llenos de dificultades- y esta vez estaba frente por frente al Cine Miramar, al que iba todos los domingos con mi tía Alicia, mis primos o mi hermano. Y de pronto el Cine Miramar, que he vuelto a a ver en fotos en los que aparece destrozado, estaba todo 'restaurado', funcionando como un negocio de 'nostalgia retro' -- y en vez de estar situado en la esquina de la Quinta Avenida donde siempre estuvo, de pronto estaba 1 cuadra antes, en medio de la manzana y no en la esquina --aunque habían conservado la marquesina tan típica de los cines de los años 50 -y el estilo de su lobby --¡y su maravillosa cafeteria!
Pero no era la cafeteria de aquellos años, amplia, con mesitas y la fuente de soda -donde Luis, el cocinero de pelo gris, preparaba unos batidos de chocolate con crema batida y unos hamburgers deliciosos --y donde había toda una pared llena de revistas de cine americanas que me fascinaban. Sino una versión ´reducida´ de la cafetería, casi como una 'muestra' de lo que había sido. ¡El Cine Miramar del sueño no era el genuino, sino un lugar estilo Disneylandia, donde se había recreado en una pequeña escala el original!
Aun asi, yo estaba con mi hija y le explicaba "Mira, en esas banquetas de la fuente de soda me sentaba con Tati..." y "Yo venía aquí de niña, todos los domingos en la tarde, sin falta --y veíamos 2 películas, la principal y la de 'relleno'". Y de pronto quería sacar fotos- ¡y como siempre me ocurre cuando voy a Cuba en sueños!- me daba cuenta que se me había olvidado llevar mi cámara. Me veo hablando con un empleado del cine y le pregunto donde podía comprar una camarita desechable y me mira como si fuera una loca....Y de pronto le digo "¿Una tienda de electrodomésticos donde comprar una cámara?" ...Y me dice "Ah, eso muy complicado"...Y me doy cuenta que en Cuba esas cosas no son el-pan-de-cada-día, y desisto. Pero recuerdo que puedo sacar una foto con mi teléfono celular, y enseguida empiezo a encuadrar la imagen, y sscar fotos. ¡Pero todas salían fuera de foco! E intentaba una y otra vez, pero seguían saliendo jorobadas y completamente fuera de foco. ¡Un desastre ver aquellas imágenes de lado, distorsionadas!.....Y ahi fue que me desperté.
Una vez más no podía 'retratar' mi pasado. De nuevo se me olvidaba llevar mi cámara. ¡Qué angustia! De nuevo me era imposible fotografiar nada. De nuevo todo era difícil e inalcanzable. Así son mis sueños de Cuba. Los que no desaparecen. Aunque cada día aparecen menos y menos frecuentemente.
Llevo tantísimos años fuera de mi país, mi ciudad, lo que era mi mundo y mi vida -y aún sueño que estoy allí, de regreso, tratando de ver los lugares familiares, mi casa, mis calles...¡Una obsesión que se repite a menudo cuando duermo y comienza esa ´pantalla´ de regreso a La Habana con todo detalle!
Anoche soñé de nuevo -aunque los sueños son difíciles, y se sienten lentos, como si todo costara mucho trabajo, llenos de dificultades- y esta vez estaba frente por frente al Cine Miramar, al que iba todos los domingos con mi tía Alicia, mis primos o mi hermano. Y de pronto el Cine Miramar, que he vuelto a a ver en fotos en los que aparece destrozado, estaba todo 'restaurado', funcionando como un negocio de 'nostalgia retro' -- y en vez de estar situado en la esquina de la Quinta Avenida donde siempre estuvo, de pronto estaba 1 cuadra antes, en medio de la manzana y no en la esquina --aunque habían conservado la marquesina tan típica de los cines de los años 50 -y el estilo de su lobby --¡y su maravillosa cafeteria!
Pero no era la cafeteria de aquellos años, amplia, con mesitas y la fuente de soda -donde Luis, el cocinero de pelo gris, preparaba unos batidos de chocolate con crema batida y unos hamburgers deliciosos --y donde había toda una pared llena de revistas de cine americanas que me fascinaban. Sino una versión ´reducida´ de la cafetería, casi como una 'muestra' de lo que había sido. ¡El Cine Miramar del sueño no era el genuino, sino un lugar estilo Disneylandia, donde se había recreado en una pequeña escala el original!
Aun asi, yo estaba con mi hija y le explicaba "Mira, en esas banquetas de la fuente de soda me sentaba con Tati..." y "Yo venía aquí de niña, todos los domingos en la tarde, sin falta --y veíamos 2 películas, la principal y la de 'relleno'". Y de pronto quería sacar fotos- ¡y como siempre me ocurre cuando voy a Cuba en sueños!- me daba cuenta que se me había olvidado llevar mi cámara. Me veo hablando con un empleado del cine y le pregunto donde podía comprar una camarita desechable y me mira como si fuera una loca....Y de pronto le digo "¿Una tienda de electrodomésticos donde comprar una cámara?" ...Y me dice "Ah, eso muy complicado"...Y me doy cuenta que en Cuba esas cosas no son el-pan-de-cada-día, y desisto. Pero recuerdo que puedo sacar una foto con mi teléfono celular, y enseguida empiezo a encuadrar la imagen, y sscar fotos. ¡Pero todas salían fuera de foco! E intentaba una y otra vez, pero seguían saliendo jorobadas y completamente fuera de foco. ¡Un desastre ver aquellas imágenes de lado, distorsionadas!.....Y ahi fue que me desperté.
Una vez más no podía 'retratar' mi pasado. De nuevo se me olvidaba llevar mi cámara. ¡Qué angustia! De nuevo me era imposible fotografiar nada. De nuevo todo era difícil e inalcanzable. Así son mis sueños de Cuba. Los que no desaparecen. Aunque cada día aparecen menos y menos frecuentemente.
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Esta foto del cine Miramar -hoy en dia en el 2011- dan ganas de llorar porque nadie entiende por que razon la 'Revolucion Cubana' ha permitido que lugares emblematicos de la isla se destruyan y queden como 'esqueletos' de lo que fue el pais. Este es un ejemplo.