Wednesday, May 14, 2008

Política americana




No he hablado antes de política de los Estados Unidos porque prefería mantener este blog con otro aire, pero como ‘adicta’ que soy a la CNN y a los noticieros de TV que oigo y veo, por horas y horas, casi como ‘música de fondo’, mientras escribo mis artículos periodísticos --¡estoy asombrada de lo que oigo y veo!

Nunca me había caído bien Hillary Clinton, pero desde que es víctima de la mayoría de la prensa americana --y de los ‘expertos’ que dan opiniones políticas (paneles con un 99% hombres) –igual que de supuestas grandes figuras del Partido Demócrata (como Ted Kennedy y Christopher Dodd, de los que es mejor ni hablar, porque especialmente de Kennedy habría mucho que comentar y no precisamente ‘bueno’, ni ‘edificante’) –me parece el colmo de la falta de democracia, y una gran falta de respeto a sus derechos, que la quieran ‘forzar’ a dejar la carrera por la Casa Blanca.

¡Todavía no puedo creer la agresividad que tienen en tratar de arrinconarla, decirle que está dañando al Partido Demócrata, que no debe seguir adelante, etc, etc. como si estuviera cometiendo un 'horrible crimen' por desear llevar la lucha hasta el último estado!

¿Es esto Democracia?

Y pienso que si fuera Barack Obama el que estuviera en el lugar de Hillary ¿se atreverían esos ‘pundits’ a hacer lo mismo contra él y decirle esas cosas? ¡Claro que no!

Y esto me indigna, porque es un ataque absolutamente machista y muy injusto, en que se burlan de ella, de sus ‘pantsuits’, de su tono de voz, de todo --y es el sujeto de diarios chistes crueles en los shows de Jay Leno y David Letterman, ---¡los que jamás se atreverían a hacer lo mismo con Obama! Y en consecuencia ya Hillary me cae mucho mejor.

Al menos ha demostrado constancia y fuerza --y más ‘calor’ humano --mientras que Obama me molesta mucho por su aire de superioridad, sus crueles (aunque ‘inteligentemente’ dichas) indirectas y comentarios condescendientes hacia Hillary (de los que le he oído 4 o 5 muyyyy feos, aunque dichos con fría elegancia), su ‘actitud’ que lo sabe todo, que tiene respuesta a todo, que va a cambiar los Estados Unidos y va a cambiar ¡el mundo! (¿por qué ‘el mundo’?-siempre me pregunto, pues me sorprende esa frase que tanto repite….y su facilidad de hablar, hablar y hablar….¡que tanto me recuerdan a Fidel Castro y aquellos discursos tan perfectos, tan lógicos y tan llenos de promesas vacías!

Y todo esto sin mencionar el incidente y su pasado con ese ministro lleno de odio que él defendió hasta que no pudo hacerlo más. ¡Obama me impacta como una ovejita misteriosa de la que no sabemos una palabra!...Habla de que el Reverendo Wright lo llevó a la fé cristiana ¿y me pregunto qué pensaba y cuál era su fé antes de ello?....Eso nadie se lo ha preguntado. Y su mujer, con ese gesto en la boca -y en los ojos- de cierta amargura y resentimiento (quizás con razón de sentirlo, porque en Estados Unidos los negros fueron siempre muy maltratados y los prejuicios raciales han sido muy crueles) --y sus palabras que 'nunca antes se había sentido orgullosa de su país' ---pues casi es mejor ni hablar, porque Michelle Obama me impresiona peor que su ‘suave’ marido, como una persona más radical. Comprendo que esto es una 'impresión muy personal, que ocurre ‘en mí’ -- y que soy un poco escéptica cuando oigo estas promesas políticas. Y quizás esté equivocada.

Pero es que hay mucho de ‘desconocido’, de incógnita, en este señor sin una gota de experiencia administrando una ciudad, o un estado, y sin una larga o distinguida carrera en el Senado- para entregarle el futuro de nuestras vidas, nuestra economía y nuestra seguridad. Y viviendo en New York, la ‘seguridad’ es muy importante para mí --y no sé si tratar de sentarse a hablar con los enemigos (¡de esa calaña y de esa maldad!) como quiere hacer Obama, sea una buena idea. Tampoco se qué piensa Obama de Cuba –aunque ese tema es casi un ‘caso perdido’ --porque ningún presidente hasta ahora ha sabido ‘entender’ la complejidad de nuestra tragedia y todo queda en manos de puros burócratas, algunos buenos y otros malos.

Por otro lado debo admitir que tampoco me gusta John McCain, quien siempre me ha parecido un hombre de mal genio, con opiniones que cambian, como un ‘loose cannon’ (frase muy buena en inglés, que significa un ‘cañón sin dirección’, que tira para donde se le ocurre, de forma inesperada) – y quien sin duda no está en la onda del siglo XXI y el deseo del pueblo americano de terminar la guerra --y poner la economía en un buen camino. Pienso...¿es él el menor de dos males? ¿O no?

Por lo que la posible contienda Obama-McCain me tiene enfrentada por primera vez desde que soy ciudadana americana a mi propia ‘contienda’. Y mis propias dudas.