El Trianón aunque ahora ha cambiado mucho
El Rodi que ahora se llama Mella y ha cambiado mucho
Murales en Jesus de Miramar
La Rampa
Cine Trianon ahora
Anoche soñé que estaba en La Habana. Otro sueño más en todos estos años de ausencia. Pero un sueño muy vívido, muy claro, y a la vez muy absurdo.
El Trianón de mis sueños era realmente enorme, grandioso, rodeado de exóticos jardines tropicales, con cactus y plantas muy verdes --y con paredes pintadas con murales antiguos, como si fueran murales de iglesias españolas, como los que había en el Via Crucis de la Iglesia de Jesús de Miramar, a la que iba siempre de chiquita. Y estaba allí con mi papá y alguien más de mi familia --y creo que hasta Mari-Claudia estaba allí y yo le explicaba la belleza de La Habana. Era un Cine Trianón surrealista, donde de pronto comenzaban a explotar y 'nacer´pequeñas hogueras fosforecentes en los grandes jardines que lo rodeaban.. Algo que me dió miedo, pero después acepté sin preocuparme más, como algo natural.
Y curiosamente, esos jardines estaban altos, como en un promontorio --y de allos pude ver que la zona de La Rampa (que en realidad no le queda cerca al Trianón, que está en la calle Línea entre A y B) estaba desaparecida, completamente ´bombardeada' --como las ruinas del Berlín de la Segunda Guerra Mundial. Esto me impresionó mucho. Y paseando la mirada, me fijaba que el Hotel Nacional y sus jardines ¡también estaban desaparecidos y su tierra calcinada por las bombas!
Quería fotografiar todos los detalles de lo que veía -pero -¡como siempre me pasa en estos sueños de Cuba!- sentía vivamente como la cámara no funcionaba bien y no quería sacar las fotos cuando apretaba y apretaba el botón del ´shutter´. Como si el botón de la cámara se rebelara y se negara a sacar las fotos.
Ahi terminó mi sueño, el que me apresuro a escribir antes de que se me olviden los detalles y poderlo integrar al libro de recuerdos que finalmente espero tener el tiempo para publicarlo este 2013.