Pero hoy, por ejemplo, hubiera caminado 1 cuadra a su casa --y me hubiera encantado poder hablar con mi mamá. Tonterías incluso. Y reirnos y hasta ser un poco ´chismosa´ y comentarle cosas. Porque realmente a las madres les podemos contar todo lo que se nos ocurra --y siempre nos escuchan porque somos sus hijas --y porque nos quieren y porque son pedazos de nosotros. ¡Eso tan cierto eso de ser carne de mi carne y sangre de mi sangre!
Porque cuando le quieres contar algo a un amigo podemos molestarlos, o tomar tiempo que no tienen, o porque realmente no les interesa lo que -llena de entusiasmo- comienzas a contarle...y de pronto notas que esa persona 'no está ahí' realmente y no está conectando contigo ---y es el momento de cambiar la conversación y terminar el cuento sin el ´punchline´ o sin las reflexiones normales. El interrumpir a alguien con una llamada, o un cuento, me preocupa, porque trato de ser considerada con los demás. Pero ese ´disconnect´ me pasó el otro día con una amiga ---y comprendí que a ella solo puedo hablarle de moda...o de su perrito.
Pero si mami viviera -o papi, que siempre estaba listo para compartir una cosa divertida, ingeniosa o curiosa- mi cuento de ayer y de anteayer y de mañana, les hubiera encantado y yo me sentiría tan contenta. También esto de 'compartir' tiene que ver con la gente. Porque hay personas que no escuchan. Y otras que no quieren enterarse de nada. Y hay quienes no tienen capacidad para vivir más allá de las 500 palabras que conocen.
A mami hoy le contaría cosas curiosas, interesantes, y le hablaría del "vestido de raso azúl". que cuando era una casi-teenager en La Habana, era la palabra ´código' entre nosotras- significando de que mi imaginación iba demasiado rápida --y "te preguntas y te contestas tú misma". Y si le contara que de pura casualidad, por un contacto de Lindekin (que jamás uso porque no me gusta) me topé con alguien del pasado, le hubiera parecido súper interesante. Y hubiéramos visto fotos antiguas...y la conversación hubiera vuelto atrás 40 y tantos años...¡Y comentaríamos que esa casualidad me ha permitido cerrar un pequeño círculo de mi vida que siempre quedó un poco abierto y como rodeado de preguntas! Y comentaríamos cosas de aquellos momentos en nuestras vidas recién llegados al exilio...Y de otras personas y de otros momentos, porque esta es una semana muy concurrida y con muchos eventos --y pronto estáríamos hablando de su propia vida y de sus propias casualidades, y de sus propios recuerdos -- y habríamos establecido unos momentos encantadores. ¡Qué pena que mami no está!
Así es la vida. La rueda de la fascinante vida. Aunque en el camino pierda algunos trozos.