Friday, March 8, 2013

Momento de hablar boberías...¿pero con quién?

 
Estoy en un 'mood' tan tranquilo, que realmente me da sueño....¿Será que una pierde interés por las cosas de tanto tenerlas?  ¿Como esa canción de que "usamos tanto el amor que lo rompemos" o algo asi?   ¿O todo se debe a que estamos en medio del invierno ---y el día de hoy -gris, aunque no oscuro, con una suave nieve cayendo muy lentamente'- se siente que transcurre demasiado despacio?  No sé...

Pero hoy, por ejemplo, hubiera caminado 1 cuadra a su casa --y me hubiera encantado poder hablar con mi mamá. Tonterías incluso. Y reirnos y hasta ser un poco ´chismosa´ y comentarle cosas.  Porque realmente a las madres les podemos contar todo lo que se nos ocurra --y siempre nos escuchan porque somos sus hijas --y porque nos quieren y porque son pedazos de nosotros. ¡Eso tan cierto eso de ser carne de mi carne y sangre de mi sangre! 

Porque cuando le quieres contar algo a un amigo podemos molestarlos, o tomar tiempo que no tienen, o porque realmente no les interesa lo que -llena de entusiasmo- comienzas a contarle...y de pronto notas que esa persona 'no está ahí' realmente  y no está conectando contigo ---y es el momento de cambiar la conversación y terminar el cuento sin el ´punchline´ o sin las reflexiones normales.  El interrumpir a alguien con una llamada, o un cuento, me preocupa, porque trato de ser considerada con los demás. Pero ese ´disconnect´ me pasó el otro día con una amiga ---y comprendí que a ella solo puedo hablarle de moda...o de su perrito.

Pero si mami viviera -o papi, que siempre estaba listo para compartir una cosa divertida, ingeniosa o curiosa- mi cuento de ayer y de anteayer y de mañana, les hubiera encantado y yo me sentiría tan contenta.  También esto de 'compartir' tiene que ver con la gente. Porque hay personas que no escuchan. Y otras que no quieren enterarse de nada. Y hay quienes no tienen capacidad para vivir más allá de las 500 palabras que conocen.

A mami hoy le contaría cosas curiosas, interesantes, y le hablaría del "vestido de raso azúl". que cuando era una casi-teenager en La Habana, era la palabra ´código' entre nosotras- significando de que mi imaginación iba demasiado rápida --y "te preguntas y te contestas tú misma".  Y si le contara que de pura casualidad, por un contacto de Lindekin (que jamás uso porque no me gusta) me topé con alguien del pasado, le hubiera parecido súper interesante.  Y hubiéramos visto fotos antiguas...y la conversación hubiera vuelto atrás 40 y tantos años...¡Y comentaríamos que esa casualidad me ha permitido cerrar un pequeño círculo de mi vida que siempre quedó un poco abierto y como rodeado de preguntas!  Y comentaríamos cosas de aquellos momentos en nuestras vidas recién llegados al exilio...Y de otras personas y de otros momentos, porque esta es una semana muy concurrida  y con muchos eventos  --y pronto estáríamos hablando de su propia vida y de sus propias casualidades, y de sus propios recuerdos -- y habríamos establecido unos momentos encantadores.  ¡Qué pena que mami no está!


Porque a los hijos 'aunque tengamos con ellos una gran relación- no les podemos comentar estas boberías --- porque ellos nos quieren ver siempre fuertes, inmunes a estas cosas, muy 'mamás' y muy 'papás' ---y listos para hablarnos de ´sus´ cosas, porque una madre -como ya les dije- siempre lo escucha todo. 

Así es la vida. La rueda de la fascinante vida. Aunque en el camino pierda algunos trozos.