Wednesday, July 1, 2009

Nefertiti, ciudadana de honor de Berlin


























Desde muy jovencita vivía fascinada con el famoso busto de la reina Nefertiti.

Debe haber sido porque mi tia Martha Rodríguez Santos, la bella hermana de mi padre y muy amante de las grandes leyendas, y de las vidas de mujeres famosas, me hablaba mucho de Nefertiti, de su belleza tan moderna y sofisticada -y su gran importancia en la Historia. Y así fue que desde pequeña debo haber visto cientos de fotos de ella, especialmente del famoso busto de colores, que es su imagen más famosa.

Pero no fue hasta mucho después, a finales de los años 70 que en un viaje a Berlín con Orlando Jiménez Leal (entonces mi marido) que nos la encontramos, de pura casualidad, en el Museo Egipcio de Charlottenburg, en lo que era entonces parte del Berlín 'libre' o Berlín Occidental.

Todo fue casualidad, porque el día antes habíamos cruzado el horrible Muro de Berlín y visitado el Museo Pergamon en el Berlín Comunista --y allí un guía nos había enseñado el busto del emperador Akenaton, el esposo de Nefertiti --y nos había contado que "hasta Nefertiti y Akenaton han sido divididos, porque ella está en el lado Occidental y él está aquí, en el Berlín Oriental".

Había sido un chiste un poco tonto, pero cuando volvimos a cruzar a la parte libre de Berlín (el lado comunista era realmente siniestro y la muralla que dividía la ciudad un verdadero espanto) corrimos a visitar el museo donde estaba Nefertiti. Yo entonces no era tan cuidadosa como hoy y no me estudiaba los museos paso a paso antes de visitarlos (como hago ahora) --pero Orlando quería usar la nueva cámara Leica que se había comprado ---¿y qué mejor que retratar a Nefertiti --y de paso a mi?

Y allí nos fuimos y la encontramos -- ¡la Nefertiti de las fotos y de las postales, aunque mucho más bella y elegante! Es que visto en persona, el busto es bellísimo, modernísimo --y se puede apreciar la belleza de la reina con los colores mate, intactos, como si el busto hubiese sido hecho y pintado ayer mismo en vez de siglos y siglos atrás. Y en la fabulosa foto que me hizo Orlando se puede apreciar mi alegría al estar allí junto a ella. Ahora aprecio ese momento más que nunca, porque fue como estar a dos pasos de un sueño. Bueno, en realidad fue conseguir un sueño.

Además de su belleza, este busto también tiene la importancia de ser un símbolo de la independencia y rebeldía de la ciudad, pues aunque Egipto lo ha reclamado por muchas décadas (¡incluso pidiéndoselo a Adolf Hitler, que se lo negó!) - contra viento y marea, guerras, bombardeos y sistemas politicos --Nefertiti siempre ha permanecido en su ciudad de adopción. Y ahora llegan noticias oficiales que el busto -encontrado en una expedición alemana a Egipto en 1912- se quedará en Berlin, a pesar de que la semana pasada Egipto volvió a pedir su devolución a El Cairo -¡y que en el proximo mes de Octubre la reina será la estrella cuando re-abra el Neues Museum de Berlin!

Y es que dentro de los muchos cambios ocurridos en la Alemania unida --¡Nefertiti ha viajado! Y cuando el Museo Egipcio de Charlottenburg dejó de existir - la colección entró a formar parte en el 2005 de la Isla de los Museos, o Museum Island, en el que fuera Berlín comunista. ¡Y ahora en el otoño será parte del Neues Museum donde estará de nuevo junto al famoso busto de su marido Akenaton, llamado el emperador hereje, porque junto a su mujer, barrió con las creencias politeístas de la época, e impuso creer en un solo Dios llamado Aten !

Lo que no sabemos es si a Nefertiti le gustará su nuevo 'habitat'--porque según cuenta la historia, un buen día la reina, quien había acumulado gran poder y casi era la 'igual' de su marido, desapareció de la historia durante el año 14 del reinado de su esposo....¡y nunca más apareció en esculturas o bajorrelieves, desatándose mil teorías sobre su posible muerte, o misteriosa 'caída en desgracia'! ¿No les parece fascinante?

Estas son las maravillas de la Historia, que cada día me gusta más --y de las delicias de visitar museos, de leer, de aprender lo que existió antes que nosotros --y que formó parte vital de todas nuestras vidas.