Tuesday, January 20, 2009

Miami del Corazón



Estoy de nuevo en Miami pasando unas semanas. Y lo más interesante de esta estancia lejos de mi casa y de mi 'habitat' en New York es que aquí estoy emocionalmente habitando una mini-Cuba. Una mini-Habana que nadie tiene que ver 'físicamente' con La Habana, pero donde podemos imaginarla y sentirla. Un lugar donde paso a paso encuentro una sensación de 'familiaridad' que me agrada por ser muy cálida y amable.

Sigo prefiriendo vivir en New York, donde es imposible aburrirse y donde la ciudad me 'empuja' a hacer cosas y por osmosis me llena de energía y de deseos de conocer más y más --pero en Miami todo es más sencillo, más 'acaramelado' --y en las calles a veces me sorprende como de pronto se siente un divino olor a ajo y a mojo criollo que viene de un restaurante cubano, a veces del tamaño de un estrecho pasillo, el que se llena de gente tomando café y comiendo pan con lechón.

Igual que me encanta hablar en español tan pronto el avión aterriza en esta ciudad, donde no se me ocurre ni por un solo segundo hablar en inglés. Y volver a visitar los lugares donde vivimos cuando llegamos al exilio hace 40 y tantos años, como quien visita un pasado donde aprendimos a pasar trabajos, casi hasta hambre y a enfrentar tantas necesidades y tantos problemas que hoy en día nos parecerían imposibles de superar y tolerar....Igual que me gusta el observar con curiosidad y cariño a los 'personajes' cubanos que aquí habitan, especialmente los viejitos almidonados y planchados y con enorme dignidad, que me inspiran tanta ternura...Y otros cubanos que parecen ser caricaturas ambulantes 'de la cubanía', los que gesticulan mucho y hablan gritando, usando a veces esa bravuconería tan nuestra, pero siempre muy 'queridos' (como dicen los colombianos) --porque de alguna forma u otra son como posibles mil versiones de nosotros mismos.

También me gusta tener cerca a mis primos -especialmente a mi prima Purita, la matriarca de la familia- y los hijos de mis primos, y a los nietos de mis primos. Una nueva generación nacida aquí, muy bella, muy llena de juventud, pero que desafortunadamente a veces se 'pierde' el conocer la magia de lo que es ser 'cubanos'. Y me encanta tener cerca a mis buenas amigas de toda la vida. Con las que compartía tantos sueños de niña y de jovencita --¡incluso cosas locas como casarnos un día con el Príncipe Azul o al menos con un Lord Inglés al estilo de las novelas de Corín Tellado! - y con las que he compartido tantos momentos importantes de mi vida.

Y me encanta poder ir a ver a mi tía Pura, la única hermana de mami que vive, con sus 98 años y el cutis maravilloso, de una mujer de 30. Sí....Miami es muy dulce en todos estos sentidos. Y en mi universo de mujer curiosa que adora los símbolos, nada tiene que ver con la ciudad bellísima y trendy que se alza junto al mar.